Leyenda, un homenaje a todas las mujeres que unieron China con el Guadalquivir

Nuestra cultura tiene origen en China. Los mantones de Manila no son nuestros, ni siquiera filipinos, sino chinos, aunque fue Sevilla quien los convirtió en tradición. Dentro de los diseños de estas prendas podemos apreciar desde flores, animales, y otras figuras que representan parte de la cultura de ambos lugares.

Las bordadoras nos vistieron de arte. Entre los años 40-70, los talleres de bordado eran muy populares en Sevilla y los pueblos del Aljarafe. El arte se transmitía de generación en generación. El mantón de Manila recoge el exquisito regusto por cuidar y preservar una tradición intercultural. Una pieza única que simboliza un oficio, una tradición, un arte transmitido de mujer a mujer.

El mantón se convierte en una tradición contemporánea. El mantón de Manila nació como una prenda de abrigo pero se convirtió en una prenda de celebración que compartían las mujeres de todos los estratos sociales. Un elemento indispensable en el imaginario cultural español y en el flamenco. Una pieza que ha vivido muchas reinterpretaciones, pero que sobrevive y mantiene siempre su esencia.

Con motivo del 50 aniversario de las relaciones internacionales entre China y España y dado el origen de la cadena hotelera y su presencia en el país asiático, Gran Meliá decidió celebrar esta unión y para ello recurrieron a un símbolo que lleva uniendo ambas culturas desde siglo XVIII: el mantón de Manila.

La marca fabricó una colección exclusiva de mantones que hacían honor a esta historia y ahora necesitaban darle vida a estas piezas, convertirlas en algo más que una prenda expositiva.

Desde Estudio Brillante se acogió el proyecto con mucho cariño y delicadeza, estudiando toda la historia que realmente envolvía a este gran icono cultural y convirtiéndolo en una pieza artística a la altura del nuevo momento que está protagonizando el mantón de Manila.

Desarrollamos el concepto LEYENDA, que nos habla de un homenaje a todas las mujeres que unieron estas dos culturas. Y para contarlo contamos con Ángeles Toledano y  su cante, que ha atravesado Estados Unidos o México, la Noche Blanca de Córdoba junto con Remedios Amaya o el festival MISA (Music in the Summer Air) en Shangai, China, y la bailaora María Moreno, que además de haber pisado teatros como el Sadler’s Wells de Londres, el Paris Villette o el Teatro académico de Ópera y Ballet Tchaikovsky, la gaditana ha recibido el Premio Artista Revelación Bienal Flamenco de Sevilla.

Para ver la pieza completa pulsa aquí.